viernes, 7 de mayo de 2010

LA CIUDAD VIEJA DE SANTIAGO DE COMPOSTELA



















































AÑO DE INCLUSION EN LA LISTA DE PATRIMONIOS DE LA HUMANIDAD : 1985.
SITUACIÓN: CUADRANTE NOROCCIDENTAL DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.

ACCESOS: POR CARRETERA Y POR AIRE, SU AEROPUERTO ES "LAVACOLLA"


La ciudad surgió en el año 910 alrededor de la basílica construida por Alfonso III de Asturias en el lugar donde se había encontrado el sepulcro de Santiago. En esos más de mil años de existencia, el paisaje urbano cambió considerablemente desde el que contemplaban los primeros peregrinos al que hoy causa el asombro de los visitantes.
Los monumentos, en diferentes estilos, según la época, se han ido acumulando hasta formar un casco antiguo de un valor incalculable.
De entre todos ellos destaca con méritos propios La Catedral, que es también el centro a cuyo alrededor se dispone y organiza toda la ciudad.

La Catedral data del siglo XII y es románica, aunque más tarde se le fueron añadiendo otros elementos. Llama la atención la gran longitud de la nave, con la tribuna destinada a acoger a los peregrinos. La llamada Puerta de las Platerías tiene una bella portada románica con bajorrelieves que representan escenas bíblicas. El Pórtico de la Gloria es una obra inigualable del Maestro Mateo del año 1118 que cuenta con hermosas estatuas de los profetas y de los apóstoles. La fachada Oeste, que da a la Plaza del Obradoiro es de un escelente barroco de los siglos XVI y XVIII y está ricamente esculpida. En la parte superior se encuentra la estatua de Santiago y a los lados las torres gemelas que miden 74 m. de altura.
La Puerta Santa permanece cerrada y sólo se abre en los años santos y es del siglo XVI. La Puerta de la Azabachería es posterior, del siglo XVIII. En el lado Sur está el convento con un magnífico claustro y en la actualidad es un Museo de tapices.

El interior de la Catedral es incomparable, despues de atravesar el Pórtico de la Gloria, el peregrino puede dirigirse al altar mayor, en cuya parte posterior hay una estatua de Santiago del siglo XIII cuyo manto plateado besan los visitantes al llegar.En la parte inferior esta la cripta donde en un urna se encuentran los restos, que según la tradición, pertenecen al Apóstol.

Durante los oficios religiosos más importantes se hace oscilar, recorriendo toda la nave, un gigantesco incensario : "El Botafumeiro", movido por ocho hombres. El aroma intenso del incienso llena todo el recinto.

Se pueden visitar las numerosas capillas que se encuentran por todo el templo, como la de Las Reliquias que sirve de Panteón Real, la de Corticela con una bonita portada románica, otra obra notable es un gran retablo barroco que representa a Santiago montado a caballo.

La Catedral se abre por su fachada occidental a la gran Plaza del Obradoiro. Al Norte , anexo está el palacio de Gelmírez, del siglo XII, una esmerada obra del románico civil. Saliendo por la puerta de la derecha encontramos el Hospital Real construido por orden de los Reyes Católicos,(siglo XVI) con objeto de acoger allí a los peregrinos que llegaban enfermos y hoy es el parador nacional Hostal de Los Reyes Católicos. A la izquierda está el colegio románico de San Jerónimo y enfrente el Palacio de Rajoy que es hoy el Ayuntamiento.

Otras plazas rodean la Catedral creando un entorno delicioso, como la de Las Platerías con una fuente con figuras de caballos, la plaza de la Inmaculada con el Monasterio de San Martín Pinario, cuya iglesia barroca tiene una hermosa fachada plateresca y un enorme altar en su interior, la Plaza de la Quintana que se considera una de las plazas con más encanto de la ciudad.
Hay además numerosas iglesias y edificios destinados a albergar a peregrinos (muchos de ellos son de la Edad Media)que convierten a la ciudad en un lugar único.

Entre todas destacamos la Iglesia gótica de Santo Domingo, el convento de San Agustín, La Colegiata del Sar, y el Colegio Mayor Fonseca con el patio y la portada en estilo plateresco.

Entre tanto arte reunido , Santiago destaca por su ambiente cosmopolita, siempre repleto de peregrinos y turistas, a los que hay que añadir los numerosos estudiantes que acogen las distintas facultades de su renobrada Uniersidad. Un día en Santiago es una verdadera delicia, pasear por sus antiguas calles como la rúa del Villar, rúa Nueva, el Franco y tantas más.

2 comentarios:

  1. Pasear por Santiago si que es un placer,y una noche cualquiera parece mágica en los alrededores de La Catedral.Angeles.

    ResponderEliminar
  2. Angeles, tus palabras me llegan a esa fibra sensible que todo tenemos.Para mí Santiago es mágico siempre y en todos su conjunto.
    Son tan bonitas las historias que ocurren en esas rúas antiguas, con esos edificios milenarios y únicos por su belleza, que algún día os contaré una de dos estudiantes, ella de Filosofía y el de Medicina...bueno otro día.
    Angeles, un beso

    ResponderEliminar